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La voz de la conseja

Couverture du livre « La voz de la conseja » de Benito Perez Galdos aux éditions Culturea
  • Date de parution :
  • Editeur : Culturea
  • EAN : 9791041811052
  • Série : (-)
  • Support : Papier
Résumé:

El coche partia de la extremidad del barrio de Salamanca, para atravesar todo Madrid en dirección al de Pozas. Impulsado por el egoista deseo de tomar asiento antes que las demas personas movidas de iguales intenciones, eché mano a la barra que sustenta la escalera de la imperial, puse el pie en... Voir plus

El coche partia de la extremidad del barrio de Salamanca, para atravesar todo Madrid en dirección al de Pozas. Impulsado por el egoista deseo de tomar asiento antes que las demas personas movidas de iguales intenciones, eché mano a la barra que sustenta la escalera de la imperial, puse el pie en la plataforma y subi; pero en el mismo instante ¡oh previsión! tropecé con otro viajero que por el opuesto lado entraba. Le miro y reconozco a mi amigo el Sr. D. Dionisio Cascajares de la Vallina, persona tan inofensiva como discreta, que tuvo en aquella critica ocasión la bondad de saludarme con un sincero y entusiasta apretón de manos.
Nuestro inesperado choque no habia tenido consecuencias de consideración, si se exceptúa la abolladura parcial de cierto sombrero de paja puesto en la extremidad de una cabeza de mujer inglesa, que tras de mi amigo intentaba subir, y que sufrió sin duda por falta de agilidad, el rechazo de su bastón.
Nos sentamos sin dar al percance exagerada importancia, y empezamos a charlar. El Sr. D. Dionisio Cascajares es un médico afamado, aunque no por la profundidad de sus conocimientos patológicos, y un hombre de bien, pues jamas se dijo de él que fuera inclinado a tomar lo ajeno, ni a matar a sus semejantes por otros medios que por los de su peligrosa y cientifica profesión. Bien puede asegurarse que la amenidad de su trato y el complaciente sistema de no dar a los enfermos otro tratamiento que el que ellos quieren, son causa de la confianza que inspira a multitud de familias de todas jerarquias, mayormente cuando también es fama que en su bondad sin limites presta servicios ajenos a la ciencia, aunque siempre de indole rigurosamente honesta.
Nadie sabe como él sucesos interesantes que no pertenecen al dominio público, ni ninguno tiene en mas estupendo grado la mania de preguntar, si bien este vicio de exagerada inquisitividad se compensa en él por la prontitud con que dice cuanto sabe, sin que los demas se tomen el trabajo de preguntarselo. Júzguese por esto si la compania de tan hermoso ejemplar de la ligereza humana sera solicitada por los curiosos y por los lenguaraces.

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